Documenta Catholica Omnia
Non nobis, Domine, non nobis, sed nomini tuo da gloriam


Index Verborum:     ponen


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Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos a un Religioso para Alcanzar la Perfecion

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos copiados por Magdalena del Espiritu Santo

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos por la Madre Maria de Jesus

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos procedentes de Antequera

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos recogidos por la edicion de Gerona

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico Espiritual A

§ 24.4

Porque a esta sazón que el alma está gozando la flor de esta viña y deleitándose en el pecho de su Amado, acaece así que las virtudes del alma se ponen todas en pronto y claro, como habemos dicho, y en su punto, mostrándose al alma y dándole de sí gran suavidad y deleite; las cuales siente el alma estar en sí misma y en Dios, de manera que la parecen ser una viña muy florida y agradable de ella y de él, en que ambos se apacientan y deleitan.

§ 24.7

Esto dice aquí el alma, por cuanto en esta sazón de comunicación con Dios conviene que todos los sentidos, así interiores como exteriores, estén desocupados y vacíos; porque en tal caso cuanto ellos más se ponen en obra, tanto mas estorban; porque en llegando el alma a la unión interior de Dios, ya no obran en esto las potencias espirituales, y menos las corporales, por cuanto está ya hecha la obra de unión de amor, y así acabaron de obrar, porque llegado al término cesan todas las operaciones de los medios.

§ 28.1

Y también por medio de estas liras y canto da a entender cómo en este estado se ponen en perfección y medio de obra, según se puede en esta vida, las tres potencias del alma, que son: entendimiento, voluntad y memoria; y también se contiene cómo las cuatro pasiones del ánima, que son: dolor, esperanza, gozo y temor, se mitigan y ponen en razón por medio de la satisfacción que el alma tiene, significada por las amenas liras y canto de sirenas, como luego diremos.

§ 28.1

Y también por medio de estas liras y canto da a entender cómo en este estado se ponen en perfección y medio de obra, según se puede en esta vida, las tres potencias del alma, que son: entendimiento, voluntad y memoria; y también se contiene cómo las cuatro pasiones del ánima, que son: dolor, esperanza, gozo y temor, se mitigan y ponen en razón por medio de la satisfacción que el alma tiene, significada por las amenas liras y canto de sirenas, como luego diremos.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico espiritual B

§ 2.7

Estas tres necesidades y penas están fundadas en las tres virtudes teologales, que son: fe, caridad y esperanza, las cuáles se refieren a las tres dichas potencias, por el orden que aquí se ponen: entendimiento, voluntad, y memoria.

§ 15.8

Porque a esta sazón que el alma está gozando la flor de esta viña y deleitándose en el pecho de su Amado, acaece así que las virtudes del alma se ponen todas en pronto y claro, como habemos dicho, y en su punto, mostrándose al alma y dándole de sí gran suavidad y deleite; las cuales siente el alma estar en sí misma y en Dios, de manera que le parecen ser una viña muy florida y agradable de ella y de él, en que ambos se apacientan y deleitan.

§ 15.11

Esto dice aquí el alma, por cuanto, para gozar perfectamente de esta comunicación con Dios, conviene que todos los sentidos y potencias, así interiores como exteriores, estén desocupados, vacíos y ociosos de sus propias operaciones y objetos; porque, en tal caso, cuanto ellos de suyo más se ponen en ejercicio, tanto más estorban, porque en llegando el alma a alguna manera de unión interior de amor, ya no obran en esto las potencias espirituales, y menos las corporales, por cuanto está ya hecha y obrada la obra de unión de amor, actuada el alma en amor, y así acabaron de obrar las potencias, porque llegando al término cesan todas las operaciones de los medios.

§ 19.4

Todas las cuales cosas son significadas por todos aquellos nombres que se ponen en la canción primera, cuyas molestas operaciones y movimientos hace el Esposo que ya cesen en el alma por medio de la gran suavidad y deleite y fortaleza que ella posee en la comunicación y entrega espiritual que Dios de sí le hace en este tiempo.

§ 19.13

Y así es tan poco lo accidentario de estas novedades espirituales y lo que ponen de nuevo en el alma, en comparación de lo sustancial que ella ya en sí tiene, que lo podemos decir nada; porque el alma que ha llegado a este cumplimiento de transformación, en que está toda crecida, no va creciendo con las novedades espirituales, como las otras que no han llegado.

§ 28.1

Porque, así como la desposada en el día de su desposorio no entiende en otra cosa sino en lo que es fiesta y deleite de amor y en sacar todas sus joyas y gracias a luz para con ellas agradar y deleitar al esposo, y el esposo ni más ni menos todas sus riquezas y excelencias le muestra para hacerle a ella fiesta y solaz, así aquí en este espiritual desposorio, donde el alma siente de veras lo que la Esposa dice en los Cantares (6, 2), es a saber: Yo para mi Amado, y mi Amado para mí, las virtudes y gracias de la Esposa alma y las magnificencias y gracias del Esposo Hijo de Dios salen a la luz, y se ponen en plato para que se celebren las bodas de este desposorio. comunicándose los bienes y deleites del uno en el otro con vino de sabroso amor en el Espíritu Santo.

§ 28.10

Pero, si yo quisiese dar a entender la hermosura del entretejimiento que tienen estas flores de virtudes y esmeraldas entre sí o decir algo de la fortaleza y majestad que el orden y compostura de ellas ponen en el alma y el primor y gracia con que la atavía esta vestidura de variedad, no hallaría palabras y términos con que darlo a entender.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico espiritual CA

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cautelas

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Dichos de luz y amor

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Epistolario

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Grados de Perfecciòn

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    La Subida del Monte Carmelo

§ 0

Hay otras que es lástima que trabajan y se fatigan mucho, y vuelven atrás, y ponen el fruto del aprovechar en lo que no aprovecha, sino antes estorba, y otras que con descanso y quietud van aprovechando mucho.

§ 1.4.3

Que por eso dijo David (Sal. 113, 8), hablando de los que ponían su afición en los ídolos: Similes illis fiant qui faciunt ea, et omnes qui confidunt in eis, que quiere decir: Sean semejantes a ellos los que ponen su corazón en ellos.

§ 1.4.8

En lo cual la Sabiduría divina habla con todos aquellos que ponen su corazón y afición en cualquiera cosa del mundo, según habemos ya dicho.

§ 1.5.1

Por lo dicho se puede echar, en alguna manera, de ver la distancia que hay de todo lo que las criaturas son en sí a lo que Dios es en sí, y cómo las almas que en alguna de ellas ponen su afición, esa misma distancia tienen de Dios; pues, como habemos dicho, el amor hace igualdad y semejanza.

§ 1.6.3

Pues, ¿qué tiene que ver el hambre que ponen todas las criaturas con la hartura (que causa el espíritu de Dios? Por eso, no puede entrar esta hartura) increada en el alma si no se echa primero esotra hambre criada del apetito del alma; pues, como habemos dicho, no pueden morar dos contrarios en un sujeto, los cuales en este caso son hambre y hartura.

§ 1.10.3

De donde está claro que los apetitos no ponen al alma bien ninguno, sino quítanle el que tiene.

§ 2.6.4

Y así todas estas tres virtudes ponen al alma en oscuridad y vacío de todas las cosas.

§ 2.13

En que se ponen las señales que ha de haber en si el espiritual por las cuales se conozca en qué tiempo le conviene dejar la meditación y discurso y pasar al estado de contemplación.

§ 2.30.3

Y éste, cuando son de Dios, siempre le obran en el alma, porque ponen al alma pronta y clara en aquello que se le manda o enseña, puesto que algunas veces no quitan al alma la repugnancia y dificultad, antes se la suelen poner mayor; lo cual hace Dios para mayor enseñanza, humildad y bien del alma.

§ 2.30.4

Que, cierto, aborrece Dios tanto el ver las almas inclinadas a mayorías, que aún cuando él se lo manda y las pone en ellas no quiere que tengan prontitud que comúnmente pone Dios en estas palabras formales al alma, son diferentes de esotras sucesivas, que no mueven tanto al espíritu como éstas, ni le ponen tanta prontitud, por ser éstas (más) formales y en que menos se entremete el entendimiento de suyo.

§ 2.30.5

Que como éstas no hacen mucho efecto, apenas se pueden distinguir por los efectos, porque aun a veces las del demonio ponen más eficacia en los imperfectos que esotras de buen espíritu en los espirituales.

§ 3.35.2

Y cuanto a lo que toca a las imágenes y retratos), puede haber mucha vanidad y gozo vano, porque, siendo ellas tan importantes para el culto divino y tan necesarias para mover la voluntad a devoción, como la aprobación y uso que tiene de ellas nuestra Madre la Iglesia (muestra), (por lo cual siempre conviene que nos aprovechemos de ellas para despertar nuestra tibieza), hay muchas personas que ponen su gozo más en la pintura y ornato de ellas que no en lo que representan.

§ 3.36.1

Mucho había de decir de la rudeza que muchas personas tienen acerca de las imágenes; porque llega la bobería a tanto, que algunas ponen más confianza en unas imágenes que en otras, entendiendo que les oirá Dios más por ésta que por aquélla, representando ambas una misma cosa, como dos de Cristo o dos de Nuestra Señora.

§ 3.38.1

Y así, se engañan a veces harto, pensando que ya están llenos de devoción porque se sienten tener el gusto en estas cosas santas, y, por ventura, no es más que condición y apetito natural, que, como se ponen en otras cosas, se ponen en aquello.

§ 3.38.1

Y así, se engañan a veces harto, pensando que ya están llenos de devoción porque se sienten tener el gusto en estas cosas santas, y, por ventura, no es más que condición y apetito natural, que, como se ponen en otras cosas, se ponen en aquello.

§ 3.38.2

De aquí es, porque comencemos a tratar de los oratorios, que algunas personas no se hartan de añadir unas y otras imágenes a su oratorio, gustando del orden y atavío con que las ponen, a fin que su oratorio esté bien adornado y parezca bien.

§ 3.38.2

Y a Dios no le quieren más así que así, mas antes menos, pues el gusto que ponen en aquellos ornatos pintados quitan a lo vivo, como habemos dicho.

§ 3.38.2

En las cuales inclinaciones e intenciones ningún gusto dan a Dios, mayormente los mismos que celebran las fiestas cuando inventan para interponer en ellas cosas ridículas e indevotas para incitar a risa la gente, con que más se distraen; y otros ponen cosas que agraden más a la gente que la muevan a devoción.

§ 3.43.3

Y así, porque no ponen toda su confianza en Dios, nada les sucede bien.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Llama de Amor Viva A

§ 1.1.18

Porque aquí la ponen el corazón sobre las brasas, para que en él se extrique todo género de demonio (Tb. 6, 8); y aquí va saliendo a luz sus enfermedades, y se las ponen delante los ojos a sentir, y las ponen en cura.

§ 1.1.18

Porque aquí la ponen el corazón sobre las brasas, para que en él se extrique todo género de demonio (Tb. 6, 8); y aquí va saliendo a luz sus enfermedades, y se las ponen delante los ojos a sentir, y las ponen en cura.

§ 1.1.18

Porque aquí la ponen el corazón sobre las brasas, para que en él se extrique todo género de demonio (Tb. 6, 8); y aquí va saliendo a luz sus enfermedades, y se las ponen delante los ojos a sentir, y las ponen en cura.

§ 2.1.6

La cual llaga, el mismo cauterio que la cura la hace, y, haciéndola, la sana; que es en alguna manera semejante al cauterio del fuego natural, que, cuando le ponen sobre la llaga, hace mayor llaga y hace que la que antes era llaga causada por hierro o por otra alguna manera, ya venga a ser llaga de fuego; y si más veces asentase sobre ella el cauterio, mayor llaga de fuego haría hasta venir a resolver el sujeto.

§ 3.1.26

26. ¡Oh qué buen lugar era éste para avisar a las almas que Dios llega a estas delicadas unciones, que miren lo que hacen y en cuyas manos se ponen, porque no vuelvan atrás!, sino que es fuera del propósito a que vamos hablando.

§ 3.1.64

Porque, estando aquella catarata y nube sobre el ojo del juicio, no ve sino catarata, unas veces de un color, otras de otro, como ellas se ponen; y piensan que la catarata es Dios, porque no ve, como habemos dicho, más que catarata, que está sobre el sentido, y Dios no cae en sentido.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Llama de Amor Viva B

§ 0

Porque, como esta llama es de extremada luz, embistiendo ella en el alma, su luz luce en las tinieblas (Jn. 1, 5) del alma, que también son extremadas, y el alma entonces siente sus tinieblas naturales y viciosas, que se ponen contra la sobrenatural luz y no siente la luz sobrenatural, porque la tiene en sí como sus tinieblas, que las tiene en sí, y las tinieblas no comprehenden a la luz (Jn. 1, 5).

§ 0

27. ¡Oh qué buen lugar era éste para avisar a las almas que Dios llega a estas delicadas unciones, que miren lo que hacen y en cúyas manos se ponen, porque no vuelvan atrás!, sino que es fuera del propósito a que vamos hablando.

§ 0

Porque, estando aquella catarata y nube sobre el ojo del juicio, no ve sino catarata, unas veces de un color y otras de otro, como ellas se le ponen; y piensa que la catarata es Dios, porque, como digo, no ve más que catarata que está sobre el sentido, y Dios no cae en el sentido.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Noche Oscura

§ 0

CAPÍTULO 14 En que se ponen y explican los tres versos últimos de la primera canción.

§ 0

En este libro se ponen primero todas las canciones que se han de declarar.

§ 1.3.2

Los que van, pues, bien encaminados desde estos principios, no se asen a los instrumentos visibles, ni se cargan de ellos, ni se les da nada de saber más de lo que conviene saber para obrar; porque sólo ponen los ojos en ponerse bien con Dios y agradarle, y en esto es su codicia.

§ 1.3.2

Y así con gran largueza dan cuanto tienen, y su gusto es saberse quedar sin ello por Dios y por la caridad del prójimo, no me da más que sean cosas espirituales que temporales; porque, como digo, sólo ponen los ojos en las veras de la perfección interior: dar a Dios gusto, y no a sí mismo en nada.

§ 1.10.2

Estos, en este tiempo, si no hay quien los entienda, vuelven atrás, dejando el camino, aflojando, o, a lo menos, se estorban de ir adelante, por las muchas diligencias que ponen de ir por el camino de meditación y discurso, fatigando y trabajando demasiadamente el natural, imaginando que queda por su negligencia o pecados.

§ 2.10.2

Porque, como esta divina purga anda removiendo todos los malos y viciosos humores, que por estar ellos muy arraigados y asentados en el alma, no los echaba ella de ver, y así no entendía que tenía en sí tanto mal; y ahora, para echarlos fuera y aniquilarlos, se los ponen al ojo, y los ve tan claramente alumbrada por esta oscura luz de divina contemplación (aunque no es peor que antes, ni en sí ni para con Dios), como ve en sí lo que antes no veía, parécele claro que está mal, que no sólo no está para que Dios la vea, mas que está para que la aborrezca, y que ya la tiene aborrecida.

§ 2.14

En que se ponen y explican los tres versos últimos de la primera canción.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Otras del mismo a lo divino

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Que va por super flumina



Ad Principium

pondrían
pone
ponedla
ponemos
ponen
poneos
poner
ponerla
ponerlas

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